Posiciones del Veleta (Hoya de la Mora) – Cerro de los Machos – Veleta – Tajos de la Virgen – Elorrieta – Hoya de la Mora.






Posiciones del Veleta (Hoya de la Mora) – Cerro de los Machos – Veleta – Tajos de la Virgen – Elorrieta – Hoya de la Mora.

22 de  Agosto de 2015

Distancia: 15 km

Tipo: Circular (si bien por acortar los tiempos y distancias, tomamos la lanzadera en la Hoya de la Mora, que nos dejó en las Posiciones del Veleta)

Dificultad: Alta (no apta para gente con vértigo)


Una vez más, nos citamos en el Albergue universitario en la Hoya de La Mora, para desde aquí tomar el autobús lanzadera del servicio de interpretación de altas cumbres, que nos dejará en las Posiciones del Veleta (su nombre se debe a la zona de trincheras y puntos fortificados durante la Guerra Civil Española), donde comenzamos nuestra ruta.




El Veleta aparece ante nuestros ojos dándonos de nuevo la bienvenida después de la última visita el pasado 11 de Julio. En esta ocasión, abordaremos la cima atacándola por su cara Norte, contando con la participación de nuestros amigos de  Granada (Carmen, Clara, Gerardo y Yoli)  además de Salva, Ismael, Lourdes y Fidel desde Málaga. Para ello, y nada más bajar del autobús, tomamos “el Veredón” que sale a la izquierda de la pista que hemos traído en el autobús y que nos llevará hasta el Corral del Veleta, en la misma base del macizo.




Desde aquí podemos divisar parte de nuestro itinerario, una vez que subamos al Cerro de los Machos (3327 m); Serán el Zacatín (3323 m), Campanario (3328 m) Salón (3352 m) y Veleta (3396 m) en este orden.




Iniciamos la subida hacia el Cerro de los Machos. A los pies del Veleta, todavía perduran algunos neveros, si bien es cierto, que estos cada vez son más pequeños cada año. Prueba de ello es la capa de hielo fósil, situada bajo la zona de desplome, cada vez más pequeña, y cuya desaparición en un futuro ya ha sido confirmada por los científicos, tan sólo es cuestión de tiempo. Recordar que este hielo corresponde a la última glaciación, que se estima que tuvo lugar hace unos 13.000 años!!



Tras la subida al Cerro de los Machos, aprovechamos para hacer un pequeño descanso al mismo tiempo que contemplamos las vistas a un paisaje espectacular, con el Veleta a la espalda.

Cerro de los Machos (3.327 m)

 Al Este, La Alcazaba, el Mulhacén, junto con El Pico Juego de Bolos, que desde aquí parece poca cosa, no obstante su cota superior es de 3021 m, además del Puntal de la Caldera (3222 m)

Alcazaba y Mulhacén al fondo, Juego de Bolos y Puntal de la Caldera en primer término, junto con la Laguna Larga.
A continuación, nos dirigimos hacia los anteriormente mencionados Zacatín, Campanario y Salón, para iniciar la ascensión al Veleta, utilizando la vía de escalada Fidel Fierro (Fidel Fernández y Fierro 1931)


y pasando antes por la parte superior del Canuto del Veleta, esto ya para hacerla con material de escalada (básico como mínimo en verano)

Canuto del Veleta, y Veredón al fondo, de donde veníamos


Via Fidel Fierro, abierta en 1931

Un poquito de trepada, sin mirar atrás y por fin la cumbre del Veleta, (3396 m) tan  concurrido como siempre, si bien es cierto, que en esta ocasión al menos, tuvieron el detalle de permitirnos tomar la foto de grupo en el vértice geodésico, y sin la presencia de bicicletas a la vista…

Pico Veleta (3.396 m)



Descendemos ahora por el cordal del Veleta, para dirigirnos hacia el Refugio de la Carihuela,


y desde allí continuaremos por el sendero que dirección Sur nos acerca al Puntal de Loma Púa y las impresionantes vistas a los Tajos de la Virgen y Tajos del Nevero.




Entre grandes bloques y grietas vamos avanzando hasta acercarnos por fin al Fraile de Capileira; una ruta no muy larga, aunque sí bastante técnica.







Fraile de Capileira, con El Caballo al fondo.


El Fraile

Así llegamos al Refugio de Elorrieta (3184 m) construido en los años 30 como parte de un plan  de regeneración de la vegetación de Sierra Nevada (sin éxito), y bautizado así en honor al Director General de Montes de la época, Don Octavio Elorrieta.

Pudiera parecer en un principio, y sobre todo para el que no lo conozca, que nos encontramos ante un pequeño refugio de montaña, si bien al acercarnos y acceder a su interior, comprobaremos la gran superficie del refugio, con una gran parte de sus dependencias  y pasillos excavadas en la roca.

Refugio Elorrieta, construido en los años 1930






Hoy día, y por desgracia, su estado es de ruina, aunque existe un pequeño hilo de esperanza para su recuperación, gracias a la iniciativa del colectivo sin ánimo de lucro, Acción Sierra Nevada, de cuyo grito de alarma se han hecho eco distintos medios de comunicación y redes sociales.




Desde aquí, retornamos hacia la Laguna de las Yeguas, y atravesando las pistas de esquí,





para finalizar nuestra ruta en la Hoya de la Mora, donde nos espera una cerveza bien fresquita, esta vez en los bares-kioscos de la zona.





Datos de interés
Hora de inicio: 10:40 horas
Hora de fin: 17: 40 horas

Cotas
Hoya de la Mora (2.500 m)
Posiciones del Veleta (3.100 m)
Cerro de los Machos (3.327 m)
Zacatín (3.323 m)
Campanario (3.328 m)
Salón (3.352 m)
Veleta (3.396 m)
Refugio de la Carihuela (3.205 m)
Puntal de Loma Púa (3.227 m)
Fraile de Capileira (3.188 m)
Refugio de Elorrieta (3.187 m)


Servicio de interpretación de Altas Cumbres HOYA DE LA MORA: 671 56 44 07
                Precios: Adultos (ida y vuelta) 8,00 €
                               Adultos (ida) 4,80 €
Los horarios y números de servicios varían en función de la temporada, por lo que se recomienda llamar previamente al teléfono indicado.


Trevélez - Siete Lagunas – Alcazaba – Trevélez




Trevélez -  Siete Lagunas – Alcazaba – Trevélez
25 de Julio 2015
Distancia: 23 km
Tipo: lineal
Dificultad: Alta 
Desnivel: +/- 1851 m. (1572-3419)

Esta ruta la llevábamos comentado desde hace ya algún tiempo. Sólo faltaba ponerle fecha  y hora, además de confirmación de asistencia por parte de nuestro amigo Andrés. Así tras preparar la mochila en la noche previa, nos pusimos en  Trevélez sobre media mañana; en tan sólo cinco minutos estábamos en Siete lagunas. Así es como se llame el bar de Trevélez donde nos llenamos la tripa antes de afrontar la subida al verdadero Siete Lagunas, objetivo de la expedición, aunque algunos ya querían quedarse en el “Siete Lagunas” del pueblo tomando cañas… para que subir, si ya estábamos allí.



Iniciamos la ruta atravesando el barrio medio y Alto de Trevélez, pasando por delante del Ayuntamiento y coqueto lavadero, cuya visión nos transporta a épocas pasadas. Tras salir del pueblo, un sendero pedregoso y bien señalizado discurre por entre las fincas aledañas a la acequia. Algunos solo de pensar lo que les esperaba de subida se les aflojaron los esfínteres.


Cruzamos la acequia y continuamos nuestra subida, lenta pero constante hacia Siete Lagunas, disfrutando del paisaje y sus árboles, higueras, manzanos , nogales, robles, y unos morales que hicieron las delicias del grupo, si bien nos tuvimos que lavar inmediatamente en la acequia, pues parecíamos un grupo de zombis de la exitosa serie televisiva “The Walking Dead”.


Aquel día el sol nos estaba dando a base de bien, y la temperatura no difería mucho de la de casa. Así , pasamos por delante de varios cortijos de piedra, algunos de ellos perfectamente conservados, y que sirven para resguardar el ganado durante el invierno. Un poco de ese invierno no nos hubiera venido mal ese día.


Ya por fin, tras una hora aproximadamente desde nuestra salida, nos situamos a la altura del Cortijo de Piedra Redonda, donde aprovechamos para hacer nuestra primera parada de grupo, y poder contemplar la espectacular panorámica que ofrece el Valle del Rio Trevélez.


Desde aquí podemos ver La Peña de Los Papos, con sus 2533 m de altitud; es el punto más destacado de la larga loma que tenemos en frente, junto con el pico Piedra Ventana, a la derecha (2474 m) y el peñón del Muerto a la izquierda (2866 m). Las vistas al valle son impresionantes, y Trevélez al fondo entre bancales, acequias, arroyos y árboles frutales… todo un vergel.


Seguidamente cruzamos la Acequia Gorda, a una altitud aproximada de 2000 metros. Algunas especies endémicas de Sierra Nevada se dejan ver en este punto, como es el caso de la Gutiana Alpina  o  este grillo de matorral, Baetica ustulata, otro endemismo de Sierra Nevada muy escaso y protegido.

Gutiana Alpina

Baetica ustulata

Más adelante atravesaremos un pequeño bosque de pinos, llegando así a la zona de La Campiñuela. Esta zona, situada a 2400 m de altitud supone el límite entre la zona de árboles y la zona de vegetación de porte almohadillado, el piornal y a proximidades de pastizales y borreguiles en las curvas de agua. Enclavado en la alta montaña y compartiendo territorio con especies endémicas como la tiraña, o la estrella de las nieves… Un antiguo cortijo nos recuerda el uso agrícola y ganadero de esta zona, solo posible en la vertiente sur de Sierra Nevada.


En pleno paso hacia Siete Lagunas y el Mulhacén, los frescos pastos estivales daban alimento a una extensa cabaña ganadera, compuesta por vacas, ovejas y caballos. En la actualidad estos pastos se siguen aprovechando aunque la actividad ganadera ha disminuido considerablemente.
Algunos van tan sobrados de fuerza (o eso dicen ellos) que aprovechan para tenderse un rato en la era, mientras llegan los más rezagados del grupo.



A lo lejos, las Chorreras Negras, por donde se evacua todo el agua procedente de Siete Lagunas, nuestro objetivo.


Por el camino, encontramos algunos pastores a caballo, que suben casi a diario a revisar el ganado vacuno que más tarde veremos en cotas superiores.


El pasto es fresco y los riachuelos aparecen por doquier, hasta la zona del Vertedero.




Aquí aprovechamos para hacer algunas fotos de grupo y refrescarnos un poco. Siete Lagunas está ya a tiro de piedra… o casi.


Algunos quedan extasiados por la belleza del entorno y las Chorreras Negras al fondo,  o quizás estuviera pensando ¿Aún falta todo eso?


Subimos por la derecha de las Chorreras Negras, y por fin la Laguna Hondera, es la más baja de todas las que forman Siete lagunas, y la primera que nos encontramos si venimos desde Trevélez.
Somos casi los últimos en llegar y es que casi todo el mundo tiene ya montado su pequeño campamento.


Nosotros acondicionamos un pequeño vivac de piedra, aprovechando las magníficas dotes constructivas de algunos miembros del club, si bien posteriormente, optamos por otro vivac a la derecha de las Chorreras negras, el cual tenía un suelo terrizo más cómodo que aquel otro de piedras.



Empezamos a reponer fuerzas al aire libre, hasta que de pronto se levantó un fuerte viento que hizo que nos refugiáramos en el vivac de piedras, “obligándonos” (porque nosotros no queríamos) a sacar la segunda botella de vino.



De allí a la cama, y es que estábamos machacados por la subida y el peso de las mochilas. Aunque yo me resistía todavía un poco más, por lo que opté por salir una vez más del saco para tomar algunas fotografías de la noche en Siete Lagunas, embelesado con aquel cielo espectacular y una luna todavía en fase creciente.







(…) En el horizonte las primeras luces del Alba. Comenzamos a preparar nuestra segunda jornada, esta vez hacia el Pico Alcazaba, y recibiendo la visita de esta curiosa cabra, que menos mal era herbívora. Hemos dormido estupendamente!




El campamento de la Laguna Hondera comienza a despertar y desde aquí partimos dirección Noroeste hacia posicionarnos a la altura de la Laguna Altera a 2900m, donde volvemos a encontrarnos nuevos grupos de cabras.



Andrés sigue con molestias en su pierna, por lo que decide quedarse en  nuestro “campo base” cuidando de las mochilas…!


Subimos por el canal situado entre el Puntal de la Cornisa y El Peñón del Globo, lo que llaman “el colaero”

En este tramo nos encontramos con un señor que subía con muletas hacia la cima, junto con su compañero de fatigas. Increible! Para quitarse el sombrero; si no lo veo no lo creo. Espíritu de lucha a no poder más. Pedazo de crack!!
Tras la pequeña meseta en la parte superior, nuestro objetivo final, La Alcazaba (3369 m)


Con el pico Mulhacén  y Veleta al frente

Mulhacén (i) y Laguna de la Mosca, junto con el Veleta (d)

Objetivo cumplido; nuestra pequeña gran victoria la dedicamos a todos los componentes del Club, especialmente a los que en esta ocasión no pudieron acompañarnos, esperando que puedan hacerlo en la siguiente convocatoria.


La bajada hacia la Laguna Hondera la hacemos por el Peñón del Globo y la Loma del Rio Culo perro, donde la vida montañera continua a su ritmo, deseándonos que volvamos a visitarla más pronto que tarde.