Cueva Santa, Monda
Fecha: 28 de Noviembre de 2017
Distancia: 10 km
Tipo: Lineal
Dificultad: Baja
La ruta a Cueva Santa es una de esas
típicas rutas que siempre tenemos en la lista de propósitos pero que por un
motivo u otro, siempre se queda allí, en la lista de rutas para el año
siguiente. Tal vez sea por su baja dificultad, por la distancia a recorrer, o
por su breve duración (nosotros empleamos 3 horas, con “muuuuchas” paradas) la
ruta a Cueva Santa se iba posponiendo de una temporada a otra…. Hasta hoy.
El comienzo de la ruta se hace en el Puente de Hierro, en la carretera
A-355 que une las localidades de Monda y Marbella. En sentido Marbella, una vez
pasada la localidad de Monda, tomamos la primera salida que nos sale por la
derecha (de escasa visibilidad!!) y que nos lleva justo debajo de la carretera, al
Puente de Hierro, donde dejamos nuestro coche.
Aquí tomamos dirección a Istán por este tramo asfaltado del GR- 243; a
nuestra derecha Arroyo Seco.
Está siendo el año hidrológico más seco de estos últimos cinco años. Monda
siempre ha sido conocida por la abundancia de sus fuentes. Hoy, pocas de estas
llevan agua, como la que encontramos en el margen izquierdo de la calzada, a
unos escasos metros de donde dejamos el coche.
Continuamos por la pista asfaltada durante unos 800 metros, hasta llegar a
un cruce claramente señalado con varias indicaciones, entre ellas la que nos
indica recto por el GR-243 dirección a Istán (a 17.5 km). Nosotros tomaremos
aquí a la izquierda (O), comenzando la subida hacia Cueva Santa.
Desde este cruce, y según el cartel indicador, a Cueva Santa se llega
siguiendo este camino forestal (hormigonado en los tramos de mayor pendiente)
en un espacio de 3,5 km aproximadamente.
El camino no da lugar a confusión; siempre en sentido ascendente, por el
ramal principal; a nuestra izquierda el Arroyo Canucha, tributario de Arroyo
Seco.
La vegetación arbórea escasea en la zona, siendo lo más común de la flora,
el romero, enebro, matagallos, palmito. Llama la atención también la gran
cantidad de pajarillos que se ven en el entorno, y tan ausentes normalmente en
otras rutas.
![]() |
Rosmarinus officinalis |
![]() |
Ononis natrix (Melosa) |
Tiempo de olivos, y acebuches, tiempo de molienda y aceite, de tala y
quema; el terreno abancalado, albarradas de piedra, que en otra época sirvieron
para contener el monte y marcar la herencia de antepasados, hoy quedan
abandonados, o cuanto menos en desuso.
Y continuando por la pista forestal, llegamos hasta una verja que impide el
camino a los vehículos, que no a los senderistas y amantes de la naturaleza.
Poco después llegamos a la Fuente de la Palma; no nos recibe con la alegría
que esperábamos, como comentábamos al principio. Además de la sequía, el ser
humano cada vez necesita más agua; almendros y olivos, cultivos de secano, hoy
son también de regadío…
![]() |
Fuente de La Palma |
A medida que ganamos altura, las vistas son más amplias en el horizonte, a
pesar de haber amanecido nublado y un poco lluvioso (aunque muy tímidamente).
![]() |
Pico Torrecilla(i), con Sierra Cabrilla y Sierra Prieta (d) en el horizonte |
![]() |
Sierra Alpujata (1), Sierra Negra (2), y Sierra de Mijas (3) |
![]() |
Cistus monspeliensis |
Y así, llegamos a Cueva Santa, tomando un sendero de unos 50 m, a la
izquierda de la pista forestal.
La cueva ha sido refugio de ganaderos y pastores. En el fondo de esta aún
se conserva los muros de un antiguo corral… Hoy su interés es otro; son muchos
los que traen flores, reliquias, e imágenes de santos…
![]() |
Cueva Santa |
Por hacer un poco más larga la ruta, volvemos a retomar la pista forestal y
continuamos subiendo por ella, hasta el final del carril, donde contemplamos
unas bonitas vistas hacia la Sierra de Las Nieves, y otras menos agradables,
hacia las múltiples canteras de la zona, en los Llanos de Pula, Monda y Ojén.
Por la cresta, nos asomamos a la Cañada del Acebuchal, desde la Cruz de
Sierra Canucha.
![]() |
Ballota hirsuta |
![]() |
Carretera A-355, a su paso por Monda y Coín. |
La vuelta, por el mismo sitio por donde vinimos.
Una ruta magnífica, con diversos puntos de interés y una cierta exigencia
en la forma física, ideal para una mañana o una tarde libre, y que no debemos
menospreciar; perfecta para acabarla con una cervecita al mediodía en la
Venta de Pula.