DESDE EL CHORRO (LA GARGANTA) A ÁLORA (ESTACIÓN)

 


Fecha: noviembre 2022

Distancia: 15 km

Tipo:  lineal

Dificultad: baja

 

En esta ocasión nos hemos decantado por hacer una rutita suave desde el apeadero del tren en El Chorro - Álora (la garganta) hasta la estación de Álora.

La idea inicial era dejar el coche en la estación de Álora pueblo y desde aquí coger el tren de cercanías para que nos subiera a la zona de EL Chorro – La Garganta, para desde aquí retornar ya a pie y recuperar el coche. Sin embargo, y para nuestra “amarga” sorpresa el billete de tren no se vende en las máquinas de la estación, sino que hay que sacarlo por internet y con antelación (cuando descubrimos esto, las plazas ofertadas ya estaban cubiertas). Habrá que volver a intentarlo en futuras ocasiones pues, aunque sea sólo por subirnos al tren.  En cualquier caso, dejo aquí este pequeño detalle a tener en cuenta.

Dicho lo anterior, no quedaba otra alternativa que recurrir al plan B del día que era disponer de varios coches, uno al inicio de la ruta y otro al final de ruta.

Así ya, comenzamos la jornada en la estación de El Chorro – La Garganta (Álora), que a pesar de ser bastante temprano, estaba llena de gentes venidas de todas partes dispuestas a disfrutar de la montaña, practicando senderismo, mountain bike, escalada, o simplemente disfrutando del paisaje.







Además de estas actividades, es destacable también la gran cantidad de oferta de alojamiento rural que existe en la zona, con posibilidad de paseos a caballo, rutas en quad…





Continuamos por el carril terrizo que nos llevará en breve hasta las cercanías de del Cortijo de Don Rodrigo, que coinciden casi a la misma altura con las instalaciones eléctricas de la encantada, y paralelos a casi siempre paralelos a la vía férrea, la cual cruzaremos a la altura de la casa del Cajero…






Ecballium elaterium (pepinillo del diablo)
Ecballium elaterium (pepinillo del diablo)

… para continuar un poco mas adelante hasta llegar al impresionante puente que facilita el acceso al tren a la estación de las Mellizas. Es una pena poder comprobar como ya en estas coordenadas, el río Guadalhorce viene ya con aguas de color turbio con consecuencia de los vertidos al mismo y sobre todo la ausencia de plantas de depuración de los distintos núcleos urbanos por los que viene pasando. 





Desde aquí, y sin cruzar el Guadalhorce, continuamos dirección Este para dirigirnos hacia el imponente viaducto del ave, sobre el Arroyo de las Piedras. Se trata del viaducto más alto de la línea de alta velocidad en España, con casi 93 metros de altura y unos 1208 metros de longitud.







Justo debajo del mismo, enlazamos con el GR-340. Se trata del Camino Geológico Malacitano, entre Álora y el Valle de Abdalajís. Dicho camino consiste un recorrido por los 9 pueblos del Triángulo Activo del Caminito del Rey, y que sirve para dar a conocer al visitante algunos de los aspectos geológicos mas importantes de la zona, entre los que destacan entre otros, el desfiladero de los Gaitanes, el Torcalillo (entre Antequera y el Valle de Abdalajís), la Sierra del Huma, la raja ancha de Pizarra, cueva de Ardales, o las lagunas de Campillos, entre otros.

Como decíamos anteriormente, son 9 etapas las que forman el GR-340, cubriendo una distancia total de 144,4 km por las localidades de Álora, Antequera, Ardales, Campillos, Cártama, Carratraca, Casarabonela, Pizarra, Teba, y Valle de Abdalajís.

Véase más información en Caminogeológico malacitano






Tras vadear el Arroyo las Piedras, continuamos hacia la zona del Hoyo del Conde y Poca Agua, en las afueras de Álora, y nuevamente cruzando el Guadalhorce, aprovechando el poco caudal que lleva, por desgracia.





Finalmente llegamos al casco urbano de Álora, más concretamente a la plaza Fuente Arriba (donde se sitúa el Ayuntamiento) donde ponemos casi el punto final a la ruta, en una bulliciosa plaza llena de “perotes” y “perotas”, en un espectacular día de otoño, que casi parece de verano.




Decíamos casi punto y final, porque desde aquí hemos de bajar por calle Negrillos hacia la estación de trenes en Álora, donde dejamos algunos coches aparcados esta mañana y desde donde tendremos que conducir durante unos 15km (y otros tantos de vuelta) para recuperar el coche que dejamos en la estación de el Chorro.  Como decíamos al principio, la mejor opción es organizar la ruta con tiempo y sacar el billete de tren, pero eso será en otra ocasión ya.



Para el track de la ruta, pinche aquí.

 

Alpandeire – Faraján – Júzcar – Pujerra. I Ruta de hermandad de Comando Preston y Pasos Largos. El Bosque de Cobre.

 

Alpandeire – Faraján – Júzcar – Pujerra 

Fecha: 12 de noviembre 2022

Distancia: 14 km

Tipo: Lineal

Dificultad: Media

 

I Ruta de hermandad de Comando Preston y Pasos Largos. El Bosque de Cobre.

 

Era a mediados de 2013 cuando un grupo de senderistas pertenecientes al Club de Senderismo Pasos Largos decide crear su propio club de senderismo llamado Comando Preston que, aunque el mismo ya existía como tal dentro del club rondeño, es a partir de entonces cuando decide continuar su andadura como club independiente y con sus propios estatutos.

Como se suele decir, “mucho ha llovido” desde entonces. Muchos son los senderistas nuevos que han llegado a cada uno de ambos clubes, también fueron otros los que se marcharon, y sobre todo muchos los que siguieron en el mundillo, cada cual en uno u otro club, dependiendo de motivos varios o cercanía geográfica.

En esta ocasión, y tras casi 10 años desde aquella escisión y para alegría de los que vivimos aquella época, volvemos a reunirnos los amigos y compañeros de ambos clubes, si bien es cierto que echamos de menos a muchos otros que por circunstancias varias, pues no nos acompañaron en este día.

Si la foto de grupo es siempre de obligado cumplimiento en cualquier ruta que se precie, en esta ocasión lo era mayor si cabe, pues había compañeros que no se habían vuelto a ver durante todos estos años.




Viendo las fotos no hace falta presentarlo, pero por si acaso alguien no lo conoce, el lugar escogido para tomar la salida en este día es el serrano pueblo de Alpandeire, conocido especialmente por ser el pueblo natal de Fray Leopoldo (1864 – 1956), uno de los beatos andaluces con más devotos.


Francisco Tomás de San Juan Bautista Márquez Sánchez nace el 24 de junio de 1864, de carácter afable y piadoso sale de su pueblo natal a los 33 años y tras pasar por Sevilla y Antequera, ingresa en la Orden Capuchina de Granada, donde desempeña la función de fraile limosnero hasta el fin de sus días, el 9 de febrero de 1956. Fue muy querido y reconocido por su generosidad hacia los necesitados. Es en 12 de septiembre de 2010, en la localidad de Armilla donde se produce su beatificación, tras ser aprobada por el Papa Benedicto XVI.

Desde aquí, y continuando por sus sinuosas callejuelas, llegamos al Camino de la Picota, donde podemos ver una antigua “picota”, pero no temáis pues no se llegó a usar.


Se trata de una columna de piedra utilizada el siglo XIX donde se ataban a los ajusticiados para escarnio público.  Dicha picota fue otorgada junto con una horca por el rey Fernando VII como regalo simbólico al pueblo de Alpandeire, en agradecimiento a la lucha y entrega de sus habitantes durante la Guerra de la Independencia allá por 1814, al mismo que le fue concedida el título de “muy nombre y fidelísima villa”.

Como decíamos anteriormente, su existencia llegó a ser meramente simbólica, pues su utilización fue suprimida por las Cortes de Cádiz justo antes de ser colocada (1812).


Cuando pensamos en los pueblos de la Serranía de Ronda, y sobre todo en los del Valle del Genal, lo primero que nos viene a la cabeza son sus castaños, dibujando un paisaje otoñal con su paleta de colores ocres, amarillos…

Sería un error olvidarnos del precioso y amenazado bosque mediterráneo que alberga, formado principalmente por encinas y alcornoques.



 Son estos últimos, los alcornoques, los que junto con las castañas también participan de manera importante de la economía de los pueblos serranos, principalmente a través de la actividad de la saca del corcho.

La corteza es extraída del alcornoque cada 9-10 años aproximadamente. Ello permite que el árbol pueda volver a regenerar dicha corteza nuevamente durante toda su vida de aproximadamente 170 años. Dicha activad se realiza en los meses de verano, cuando el árbol se encuentra en plena actividad vegetativa.

Esta labor la realizan los llamados “corcheros” cada uno especializado en una tarea:  los hay “hacheros” que manejan el hacha, los “rajadores” que son los que sacan los trozos de igual tamaño; los “recogedores”, encargados de reunir las panas y llevarlas a los mulos, para que los “arrieros” las carguen en los animales y las transporten  a los patios para pesarlas en la “cabria”.

 La medida usada es el quintal castellano, que equivale a 4 arrobas, o lo que es lo mismo, a 46kg.


Nuestro siguiente pueblo de referencia será Faraján, que junto con Cartajima, Pujerra, Igualeja, Júzcar y por supuesto el propio Alpandeire, forman la que se conoce como Ruta de Fray Leopoldo.


Faraján, de origen árabe, significa lugar alegre, ameno. El monumento más destacable de esta pequeña localidad es la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, datada en el año 1505. Durante la guerra contra los moriscos fue saqueada por el capitán de las tropas reales Don Álvaro de Luna, quien desmontó los retablos del altar mayor para llevárselos hasta Huétor-Tájar, (Granada) su pueblo natal.

En Faraján podremos disfrutar del sendero que nos lleva a las Chorreras de Balastar; se trata de un breve recorrido junto a antiguas acequias, fuentes y huertos abancalados en el que nos sorprenderá la existencia de un par de saltos de agua de más de 20 metros de altura.


Atravesando el pueblo de Faraján y ascendiendo por la carretera continuaremos durante un breve trecho para luego salir por un sendero a la derecha, en las cercanías de este singular abrevadero.


Al principio caminaremos bajo las encinas y alcornoques, para más tarde empezar a vislumbrar los primeros huertos de castaños, en las cercanías de Júzcar.

Pero Júzcar será en otra ocasión. Esta vez nos desviaremos en el Nacimiento de las Zuas, para continuar por el sendero de los molinos, disfrutando del canturreo de sus aguas.

Nuevamente asciende el sendero, para alejarse del arroyo y su chopera, en una paleta de colores otoñales maravillosos.


Finalmente, llegaremos a Pujerra, justo por la parte que da al cementerio, donde aprovechamos las últimas luces del día para tomar algunas fotos junto a estos espectaculares castaños. Una jornada maravillosa, en compañía de muchos viejos amigos senderistas y otros nuevos también.