Alpandeire – Faraján – Júzcar –
Pujerra
Fecha: 12 de noviembre 2022
Distancia: 14 km
Tipo: Lineal
Dificultad: Media
I Ruta de hermandad de Comando
Preston y Pasos Largos. El Bosque de Cobre.
Era a mediados de 2013 cuando un
grupo de senderistas pertenecientes al Club de Senderismo Pasos Largos decide
crear su propio club de senderismo llamado Comando Preston que, aunque el mismo
ya existía como tal dentro del club rondeño, es a partir de entonces cuando
decide continuar su andadura como club independiente y con sus propios
estatutos.
Como se suele decir, “mucho ha
llovido” desde entonces. Muchos son los senderistas nuevos que han llegado a
cada uno de ambos clubes, también fueron otros los que se marcharon, y sobre
todo muchos los que siguieron en el mundillo, cada cual en uno u otro club,
dependiendo de motivos varios o cercanía geográfica.
En esta ocasión, y tras casi 10
años desde aquella escisión y para alegría de los que vivimos aquella época,
volvemos a reunirnos los amigos y compañeros de ambos clubes, si bien es cierto
que echamos de menos a muchos otros que por circunstancias varias, pues no nos
acompañaron en este día.
Si la foto de grupo es siempre de obligado cumplimiento en cualquier ruta que se precie, en esta ocasión lo era mayor si cabe, pues había compañeros que no se habían vuelto a ver durante todos estos años.
Viendo las fotos no hace falta presentarlo, pero por si acaso alguien no lo conoce, el lugar escogido para tomar la salida en este día es el serrano pueblo de Alpandeire, conocido especialmente por ser el pueblo natal de Fray Leopoldo (1864 – 1956), uno de los beatos andaluces con más devotos.
Francisco Tomás de San Juan Bautista Márquez Sánchez nace el 24 de junio de 1864, de carácter afable y piadoso sale de su pueblo natal a los 33 años y tras pasar por Sevilla y Antequera, ingresa en la Orden Capuchina de Granada, donde desempeña la función de fraile limosnero hasta el fin de sus días, el 9 de febrero de 1956. Fue muy querido y reconocido por su generosidad hacia los necesitados. Es en 12 de septiembre de 2010, en la localidad de Armilla donde se produce su beatificación, tras ser aprobada por el Papa Benedicto XVI.
Desde aquí, y continuando por sus sinuosas callejuelas, llegamos al Camino de la Picota, donde podemos ver una antigua “picota”, pero no temáis pues no se llegó a usar.
Se trata de una columna de piedra
utilizada el siglo XIX donde se ataban a los ajusticiados para escarnio
público. Dicha picota fue otorgada junto
con una horca por el rey Fernando VII como regalo simbólico al pueblo de
Alpandeire, en agradecimiento a la lucha y entrega de sus habitantes durante la
Guerra de la Independencia allá por 1814, al mismo que le fue concedida el
título de “muy nombre y fidelísima villa”.
Como decíamos anteriormente, su existencia llegó a ser meramente simbólica, pues su utilización fue suprimida por las Cortes de Cádiz justo antes de ser colocada (1812).
Cuando pensamos en los pueblos de
la Serranía de Ronda, y sobre todo en los del Valle del Genal, lo primero que
nos viene a la cabeza son sus castaños, dibujando un paisaje otoñal con su
paleta de colores ocres, amarillos…
Sería un error olvidarnos del precioso y amenazado bosque mediterráneo que alberga, formado principalmente por encinas y alcornoques.
Son estos últimos, los alcornoques, los que
junto con las castañas también participan de manera importante de la economía
de los pueblos serranos, principalmente a través de la actividad de la saca del
corcho.
La corteza es extraída del
alcornoque cada 9-10 años aproximadamente. Ello permite que el árbol pueda
volver a regenerar dicha corteza nuevamente durante toda su vida de
aproximadamente 170 años. Dicha activad se realiza en los meses de verano,
cuando el árbol se encuentra en plena actividad vegetativa.
Esta labor la realizan los
llamados “corcheros” cada uno especializado en una tarea: los hay “hacheros” que manejan el hacha, los “rajadores”
que son los que sacan los trozos de igual tamaño; los “recogedores”, encargados
de reunir las panas y llevarlas a los mulos, para que los “arrieros” las
carguen en los animales y las transporten
a los patios para pesarlas en la “cabria”.
Nuestro siguiente pueblo de referencia será Faraján, que junto con Cartajima, Pujerra, Igualeja, Júzcar y por supuesto el propio Alpandeire, forman la que se conoce como Ruta de Fray Leopoldo.
Faraján, de origen árabe, significa lugar alegre, ameno. El monumento más destacable de esta pequeña localidad es la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, datada en el año 1505. Durante la guerra contra los moriscos fue saqueada por el capitán de las tropas reales Don Álvaro de Luna, quien desmontó los retablos del altar mayor para llevárselos hasta Huétor-Tájar, (Granada) su pueblo natal.
Atravesando el pueblo de Faraján y ascendiendo por la carretera continuaremos durante un breve trecho para luego salir por un sendero a la derecha, en las cercanías de este singular abrevadero.
Al principio caminaremos bajo las encinas y alcornoques, para más tarde empezar a vislumbrar los primeros huertos de castaños, en las cercanías de Júzcar.
Pero Júzcar será en otra ocasión. Esta vez nos desviaremos en el Nacimiento de las Zuas, para continuar por el sendero de los molinos, disfrutando del canturreo de sus aguas.
Nuevamente asciende el sendero, para alejarse del arroyo y su chopera, en una paleta de colores otoñales maravillosos.
Finalmente, llegaremos a Pujerra, justo por la parte que da al cementerio, donde aprovechamos las últimas luces del día para tomar algunas fotos junto a estos espectaculares castaños. Una jornada maravillosa, en compañía de muchos viejos amigos senderistas y otros nuevos también.
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