Localidad
de referencia: Alfarnatejo
Fecha:
8 de Febrero de 2020
Distancia:
19,00 km
Tipo:
Lineal
Dificultad:
Media
Etapa
número 11 de este proyecto que nos hemos propuesto como es la Gran Senda de
Málaga. Son 739 km repartidos en 35 etapas y 3 variantes, visitando 9 comarcas
y un total de 57 municipios. Nuestro camino nos llevará también por medio de 4
parques naturales, 2 reservas naturales
y parajes naturales. Un viaje por la provincia de Málaga donde conoceremos
algunos detalles de su cultura, gastronomía, su patrimonio histórico y sus
tradiciones.
Es
un proyecto que comenzamos el pasado 30 de enero de 2019, el cual creemos que
será una oportunidad de crecimiento y desarrollo personal, donde tendrán un
papel importante el cuerpo, la mente y las emociones. No sabemos cuándo la
acabaremos. Tampoco tenemos prisa en ello; lo importa es que ya hemos
comenzado. Si te animas a acompañarnos
en alguna etapa, sólo tienes que
avisarnos.
La etapa
número 11 discurre entre las localidades de Alfarnate y Villanueva del Rosario;
nosotros haremos una pequeña versión extendida
partiendo desde la localidad de Alfarnatejo, completando así una travesía
de 19 km de longitud. La etapa de esa jornada viene "patrocinada" por el Comando Preston, y los guías que en este día prepararon todo con tanto cariño y dedicación, desde la coordinación del autobús, algunos pequeños grandes obsequios, o la visita a la panadería Maravilla.
Alfarnatejo
se sitúa al Noroeste de la comarca de la Axarquía y es el segundo pueblo más
alto de la provincia de Málaga (858 metros) superado únicamente por la vecina
localidad de Alfarnate (886 m)
Desde
aquí tomamos por la carretera MA-4102 en dirección a
Alfarnatejo, y prestando atención pasados unos 500 metros aproximadamente, para
dejar la carretera en este punto y tomar un camino rural que asciende por la
margen derecha de la carretera y que posteriormente se bifurca en dos, tomando
nosotros el de la izquierda y que pronto se pierde como carril, tornándose en sendero, que
discurre junto al Arroyo del Palancar, en el que aún se observan vestigios de antiguos molinos de otras
épocas, y que faldeando el Morrón de Mal
Infierno nos acercará hasta la localidad
de Alfarnate, que nos recibe con sus almendros en flor por esta época.
Las
primeras referencias a la localidad datan del siglo X, mencionándose “Los
Alfarnates”, vocablo de origen islámico “al-farnat” que significa molino. Es la
ruta del aceite y los montes, que discurre entre espectaculares cambios de
paisajes donde se mezcla el paisaje de las Sierras de En medio, Palomera y
Jobo, con los olivares y el pasto.
Entramos
en la localidad de Alfarnate por la calle Río Palancar, que sigue el curso del
arroyo hasta llegar a la plaza de El Puente, donde continuamos por Calle
Puente, y junto a la Iglesia de Santa
Ana (s.XVI), el edificio de más valor arquitectónico del pueblo.
La
villa de Alfarnate se enorgullece de tener entre sus tradiciones, una por la
cual es especialmente reconocida: “La Embajada”, o representación de moros y
cristianos. Se celebra en septiembre en torno al día 12, fecha en la que se
celebra el día de la Patrona del pueblo, Nuestra señora de Monsalud. En día representación se escenifica el rapto
de la Virgen por las tropas moras y la recuperación de la misma por parte de
las tropas cristianas, mientras se escuchan los bellos romances del siglo
XVIII, que anteceden a las batallas entre ambos ejércitos. Al final de la
representación tiene lugar “La Cortesía” o reverencia que realiza el abanderado
cristiano con una pesada bandera.
A
pesar de que los orígenes del pueblo pueden estar en la época dela dominación
musulmana, hecho que es recogido por la tradición durante la fiesta de moros y
cristianos y por numerosos detalles de su arquitectura, parece que su
consolidación se produjo como consecuencia de la repoblación cristiana que
siguió a la conquista de esta zona.
La
gastronomía es uno de los atractivos de esta ruta. En la localidad se elabora
una bebida fuerte llamada Resoli, compuesta de aguardiente y café fermentado.
También podemos encontrar catana (porra fría), gachas, hornazos o morretes de
setas. No podemos irnos de Alfarnate sin antes probar sus afamados roscos
carreros, con su característica forma de volcán.
Salimos
de Alfarnate junto a la cooperativa olivarera de Nuestra Señora de Monsalud,
y continuamos por la carretera durante
un kilómetro aproximadamente, cruzando la carretera A-4152 que conduce hasta el
Puerto de las Alazores.
En
el cruce, continuaremos en línea recta, tomando la Realenga de Alfarnate, que nos subirá en fuerte pendiente por un
carril terrizo hasta la parte más alta del collado, por la zona de la Solana,
entre encinas y quejigos, mientras contemplamos la increíble silueta de la
Sierra de Camarolos, con el Pico Chamizo (1641 m) como cota más destacada.
Desde
aquí bajamos por la pista forestal, entre la sierra del Jobo a nuestra
izquierda y la Sierra de San Jorge a nuestra derecha. Al fondo, Villanueva del
Trabuco, que dejaremos para una futura etapa.
Tras
recorrer un pequeño tramo de este carril en descenso, giramos ahora a nuestra
izquierda, en dirección Suroeste (SO) junto a una pequeña construcción junto a
la cual, y según la época, podemos
encontrar unas pequeñas charcas estacionales que acogen una interesante
comunidad de anfibios y especies emblemáticas, como el gallipato, el sapo
corredor, la rana meridional o el tritón pigmeo.
De izquierda a derecha, de arriba a abajo: tritón pigmeo, sapo corredor. gallipato y ranita meridional |
Nuestro
siguiente hito se sitúa en la zona de los Pindongos y Trabulea; se trata de un
parque de arborismo y aula de la naturaleza, donde es posible practicar gran
variedad de actividades multiaventuras adaptadas a todo tipo de edades, sin
olvidar las vías ferratas existentes en la zona.
Tras
dejar atrás “el camping” continuamos ahora por un precioso bosque de galería
formado por encinas, quejigos, arces, y majuelos, y que parece transportarnos a zonas mas verdes
de la península; por algo la zona es conocida también como los Pirineos del
Sur.
Es
este el segundo de los dos ascensos que vamos a encontrar a lo largo de la
jornada, y que nos lleva al Puerto del
Quejigo o Llano de la Cueva, en una cota
de 1385 m.
Desde
aquí y sin cambiar de dirección, comenzamos ahora a descender hacia el Mirador
del Alto de Hondonero, desde donde contemplaremos la zona de desprendimiento
del Chamizo, comúnmente conocido como derrumbaero. Se trata de una ingente
cantidad de bloques de piedra que durante la segunda mitad del siglo XX se
precipitaron desde las laderas cercanas al Chamizo, creando una enorme lengua
de piedras que se abre en forma de abanico.
La
Cordillera Bética se ha elevado a lo largo de los años como consecuencia de las
tensiones compresivas derivadas del choque de placas tectónicas subyaciendo
unas bajo otras y elevándose los materiales sedimentados en los fondos marinos,
que, en un principio las separaban. Estas tensiones aún existen, nos
encontramos en una zona caliente desde el punto de vista sísmico, y este hecho
se hace patente viendo paisajes como el que ahora nos ocupa.
Desde
el mirador, continuamos descendiendo ahora ya por pista forestal, disfrutando
de las charcas y fuentes que encontramos a nuestro paso, hasta llegar al Tajo
de la Madera.
Desde
aquí continuamos por la misma pista que traemos, y antes de continuar hacia el
fin de ruta, nos desviamos ligeramente a la izquierda para disfrutar del
entorno que ofrece el Nacimiento del Arroyo Cerezo, que en cierto modo nos
recuerda a la vecina Fuente de los Cien Caños.
Retornamos
sobre nuestros pasos para volver a coger la ruta anterior, y que nos lleva hasta la Ermita de la Virgen del Rosario, ya
a escasos metros de la localidad de Villanueva del Rosario, donde entramos por
la “Fuenteviea” y poniendo así punto y
final a esta preciosa etapa de montaña de la Gran Senda de Málaga.
Para consultar el track, pincha aquí
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