Necrópolis de los Algarbes- Betijuelo- Cerro de San Bartolomé, Arroyo de los Puercos y Playa de Valdevaqueros (Tarifa)





Necrópolis de los Algarbes- Betijuelo- Cerro de San Bartolomé, Arroyo de los Puercos y Playa de Valdevaqueros (Tarifa) 

6 de Junio de 2015
Distancia: 15 km
Tipo: Circular
Dificultad: Moderada

Para iniciar esta ruta debemos dirigirnos a la Ensenada de Valdevaqueros, en el Parque natural del estrecho, y tomando las indicaciones hacia Punta Paloma, donde dejaremos el coche en las inmediaciones del camping “El jardín de las Dunas”, siendo Tarifa la población que buscaremos en el mapa como referencia.


A partir de aquí, tomamos el sendero señalizado “Los Algarbes- Betijuelo” que nos llevará al Cerro de San Bartolomé (331m)


Nada más comenzar la ruta, llegamos a la zona arqueológica de los Algarbes.


Se trata de un enterramiento de la Edad de Bronce y una de las necrópolis en cuevas mejor conservadas de la provincia de Cádiz: La Necrópolis de Los Algarbes.
Desde aquí continuaremos el camino ascendente hacia el Poblado de Betijuelo, donde disfrutaremos de las maravillosas vistas hacia la Ensenada de Valdevaqueros.

Scolymus hispanicus


Centaurium sp


A partir de aquí, el sendero se adentra a modo de túnel por el bosque típico de la zona, caracterizado por especies autóctonas como lentiscos  y palmitos, así como también eucaliptos y coscojas.



Cynara humilis




Tras una breve parada disfrutando de las vistas, continuamos hacia el cerro de San Bartolomé, que nos espera sin prisa.


Aquí podemos distinguir algunos de los elementos más importantes del paisaje.

 La Laja

Esta formación de piedra arenisca presenta tonalidades que van desde el blanco al gris, así como ocres y amarillos, indicativos de la presencia de óxidos de hierro y líquenes respectivamente. En sus grietas y salientes podremos contemplar algunas rapaces como es el caso del buitre leonado.

Llegamos al poblado de Betijuelo, donde aún perduran algunas casas de otra época, junto con sus moradores, antaño dedicados exclusivamente a la ganadería y a la agricultura.




Por medio del pinar, accedemos al Alto de Betijuelo, desde donde disfrutamos de una de las mejores vistas del Estrecho.

Enmarcada entre Sierra Plata y tarifa, disfrutamos de la panorámica en la que vemos la Playa de los Lances, La Ensenada de Valdevaqueros y de Bolonia y la Punta Camarinal.



Ambas ensenadas cuentan con una formación dunar que nos permite contemplar el conjunto formado por el mar, la arena, el bosque de pino piñonero, así como el impresionante perfil de la costa africana, con el Djebel Musa al frente.

Se trata de un paisaje marcado por la historia, así en el interior del pinar podemos distinguir una de las canteras de piedra arenisca que sirvieron para la construcción de la antigua ciudad romana de Baelo Clauida

Continuamos nuestra senda por medio de un cortafuego para acercarnos a un siguiente promontorio, donde encontramos un antiguo puesto de vigilancia, de entre los muchos existentes a lo largo de esta costa.



El viento en la zona es una constante. Prueba de ello es la existencia del parque eólico de la zona, así como también de la inclinación que toman los árboles de la zona.


Seguimos caminando por la división de aguas, deleitándonos una vez más con las vistas hacia la Ensenada de Bolonia


Hasta llegar a una zona de grandes acantilados, que será la que atravesemos para inmediatamente después, empezar a girar a nuestra izquierda (dirección al mar) comenzando así el retorno de nuestra excursión.


Desde aquí contemplamos absortos el vuelo majestuoso del buitre leonado, que asciende sin esfuerzo alguno junto a la pared, aprovechando la corriente de ladera, mientras que algunos otros ejemplares de su clan lo observa desde su atalaya.



Atravesamos varias cercas, cuyas angarillas vamos dejando cerradas a nuestro paso, hasta que accedemos a la parte baja del cerro, siguiendo la línea del tendido eléctrico


para así llegar al Arroyo de los Puercos, un gran encajonamiento producido por la erosión del agua sobre su cauce


Y pasando delante de la casa forestal hasta enlazar con la carretera A-2325, aunque nosotros seguiremos en la misma dirección que traíamos para acceder de manera más rápida a la playa.


Entreteniéndonos con la flora

Gomphocarpus physocarpus

Nerium oleander

mientras observamos como el paisaje se torna ahora completamente dunar, con existencia de pinos, retamas y enebros.

Eryngium maritimum

Ya por la orilla, retornamos al punto de inicio y vuelta a la civilización, Playa de Valdevaqueros, morada del dios Eolo y meca de algunos deportes de vela como el “windsurf” o el “kite surf”