CRUZ DEL JUANAR, DESDE PUERTO RICO BAJO.

Sábado 16 de Marzo de 2012.
Subida a la Cruz del Juanar (1178 m) desde Puerto Rico Bajo.

Distancia: 14 Km
Duración: 5 horas y media
Dificultad: Media (a tener en cuenta el desnivel, especialmente en su tramo final)


Para realizar esta ruta, hemos de dirigirnos hacia el centro comercial “La Cañada” en Marbella, y desde allí, tomar la carretera A-355 que sube hasta Ojén. Justo después de dejar atrás el centro comercial, a menos de 100 metros, nos encontraremos con una salida en la carretera hacia la izquierda, que indica al cementerio de Marbella.
Tomamos esta salida y empezamos a bajar por una calle para justo al llegar al primer cruce, coger la primera que nos sale por la derecha, y que asciende hasta Puerto Rico Bajo donde dejaremos el coche a la altura de la cadena que impide continuar el paso a los vehículos rodados.


Estamos en la zona conocida como Puerto Rico Bajo; desde aquí, vamos subiendo por una pista forestal durante un kilómetro y medio aproximadamente, dejando a nuestra derecha una pequeña fuente, hasta situarnos bajo unas cuevas o abrigos, habitadas por el ser humano durante la prehistoria.



A partir de aquí, la pista se convierte en sendero; el desnivel aumenta de forma considerable; hemos de situarnos por encima de las cuevas, por lo que podemos optar por el sendero que sale a la derecha, desde la parte baja de la cuesta, o si tenemos buenas piernas, probar suerte subiendo por la tubería que baja desde lo alto. Conforme vamos ganando altura, empezamos a tener buenas vistas de parte de Marbella, como se puede apreciar en la fotografía.


La ruta no presenta dificultad alguna en lo que respecta a la orientación. Llegamos a la zona de Puerto Rico Alto, por medio de una senda muy ancha y limpia, que discurre pararela al Arroyo de Puerto Rico. Aunque no ha llovido desde hace mucho, aun se oye el rumor del agua entre las rocas. Desde lo alto, la Cruz del Juanar majestuosa, nos espera sin prisas.


El día va calentando y como vamos bien de tiempo, aprovechamos para hacer un alto en el camino, y disfrutar de la flora de la zona, destacando entre otros, pinos, algarrobos, alcornoques, enebros y madroños, así como una gran variedad de arbustos como gamón o astrágalos, sin olvidar por su puesto, el romero, tan común en estas latitudes de la zona mediterránea.



Asphodelus, Gamón, o Varilla de San José.


Astragalus lusitanicus, garbancillo, o haba del diablo.

Así, seguimos subiendo, con vistas a la loma Pierna del Caballo, al Este (ntra. derecha), la Loma de la Gaceta, al Oeste, y al Norte y Noroeste, el Mirador y la Cruz del Juanar Respectivamente.

En el mirador hacemos una breve pausa, para contemplar las vistas de la costa marbellí y a partir de allí, encarar finalmente la subida final a la Cruz del Juanar. (son unos 45 minutos de subida con un desnivel brutal)




Y por fin, tras dos horas y media de subida, la cima, con su Cruz (del Juanar), faro de marineros, brújula de senderistas. Las vistas hacia la costa son magníficas, bien ha merecido la pena.





La bajada la realizamos por la cara Norte, en dirección al Refugio del Juanar, para una vez llegado al camino forestal, junto a los olivares, tomar dirección Sur nuevamente (derecha), hacia el Mirador, y vuelta por el misma senda por la que ascendimos.

Aquí una panorámica de la arenosa senda con el mar al fondo.


Una vez llegados a la zona de Puerto Rico Alto, optamos esta vez por bajar por la tubería… pero resulta que el remedio es peor que la enfermedad… qué dolor, y directos, al coche por la pista forestal, llegando a las 14.30 horas, cubriendo una distancia de 14 Km aproximadamente, y un desnivel positivo de más de 1000 metros.

CASTAÑO SANTO DE ISTÁN

Sábado 10 de Marzo. Visita al Castaño Santo de Istán, desde "La Quinta Golf", en Marbella.

Hora de Inicio: 9:00 en la Quinta Golf.
Distancia: 29 Km
Dificultad: a tener en cuenta la distancia.


Cómo llegar: Tomar la carretera de San Pedro a Ronda (A-397) hasta llegar a la altura de la autopista de peaje AP-7. Justo por debajo de ésta vía, salir a la derecha, tomando las indicaciones que nos llevan hasta el Club de Golf “La Quinta”, hasta cruzar el río Guadaiza, donde dejaremos el coche. Aquí comenzamos a subir por el camino de la derecha (inmediatamente tras cruzar el río). La vegetación en esta zona es más bien arbustiva, debido en parte a los incendios sufridos hace algunos años en la zona, así como también a la presión urbanística, con urbanizaciones cercanas como Nueva Andalucía y ampliaciones de campos de golf, en el cauce seco del arroyo de Benavolá.



El camino lo han arreglado hace poco y está en perfecto estado, cosa que anima a muchos amantes del BTT a acercarse a esta “Sierra Real” a probar sus fuerzas por estas pendientes, si bien es cierto, que después hacia abajo tiene su recompensa para los más atrevidos.


Siempre por la pista forestal, continuamos nuestro ascenso hasta llegar a la finca del guarda forestal, situada entre pinos y eucaliptos, al margen izquierdo del camino, donde aprovechamos para contemplar las vistas de La Sierra de las Apretaderas (a nuestra derecha, Este) y la Sierra de la Palmitera (a nuestra izquierda, Oeste)


Pudiera ser lógico pensar que esta ruta (pista forestal 100%) no tiene el mismo encanto que aquellas otras que se hacen por senderos señalizados, si bien es cierto que no la podemos menospreciar; el día está de un color plomizo, incluso llovizna de vez en cuando, perfecto para esta ruta de 30 km que hemos propuesto para hoy: desde “La casa de la Fuensantilla” no sólo vemos el paisaje; el olor de la resina de la jara impregna con su aroma todo el ambiente, mezclándose de forma homogénea con un silencio casi total, únicamente interrumpido por lejanos balidos de cabras y el “zummmmmmmmmm” de miles de abejas, buscando impacientes las primeras flores de la primavera, a falta de diez días para su inicio oficial.




Cantueso o tomillo borriquero (Lavandula Stoechas)

Brezo blanco (Erica arborea)

Jara (Cistus salviaefolious)

Llegamos a Venta Quemá, donde todavía podemos observar los restos de una antigua torre defensiva medieval, donde aprovechamos para descansar un poco.


Por el camino vamos disfrutando de la flora de la zona, compuesta principalmente por quejigos y alcornoques, algunos de estos han sido despojados de su corteza durante la última campaña de Julio. También nos encontramos algunos buenos ejemplares de palmitos y enebros.


Alcornoque (Quercus suber)

El camino cada vez es más llano, con algunas vaguadas arregladas con hormigón, lo que nos servirá de hito para saber que estamos llegando al “Hoyo del Bote”, donde se encuentra nuestro destino. Así, llegaremos a un punto donde nos sale un nuevo carril que descenderá por nuestra derecha, y nos llevará en cinco minutos al castaño santo, tras cruzar una cadena que cierra el paso a los vehículos motorizados.


Tras cruzar la cadena llegamos a una primera curva de izquierda que tomaremos en línea recta, donde a pocos metros nos espera un maravilloso ejemplar de Quejigo y a continuación “el abuelo del bosque”, el Castaño Santo de Istán.

Aunque no lo había visto nunca, sí es cierto que había visto muchas fotos de él. Sin embargo, he de decir que al verlo frente a mi, me quedé impresionado de la magnitud de dicho ejemplar, imaginando al mismo tiempo, cuántas historias habrá vivido desde Fernando el Católico hasta nuestros días, historias que desde aquí le deseamos que siga viviendo durante muchos siglos más.

Castaño (Castanea sativa)




El retorno, lo haremos por el mismo recorrido, cubriendo de este modo una distancia de 29 kilómetros, y llegando al coche (Arroyo Guadaiza, en “La Quinta Golf”) a las 15.30 horas.

Nos da tiempo de hacer otra rutita!!

PICO VALDIVIA O PICO EL GRAJO

1293 msnm.

Distancia: 18 km
Tiempo: 7 horas
Dificultad: Alta

Hoy Sábado 3 de Marzo nos dispusimos a hacer la ruta que desde el Torrecilla llevábamos postponiendo varias veces ya por distintas razones; subida al Pico El Grajo o Valdivia, en la Sierra del Alcaparaín.
Para ello, tomamos el coche dirección a Carratraca. El acceso a la ruta está justo en el lado contrario de la entrada a Carratraca, que por ser linea continua, tuvimos que seguir hasta Ardales, para hacer el cambio de sentido.
Nos adentramos en el camino y como teníamos tantas ganas de andar, y parecía que la ruta iba a ser poca cosa, ( parecía…) dejamos el coche aparcado nada mas ver la fila de cipreses, iniciando la marcha a las 9.30 de la mañana.



Hace un poco de fresco, así que comenzamos a buen ritmo por la pista forestal, para llegar hasta la balsa contraincendios, a unos 2 kilómetros de donde hemos dejado el coche. La pista está en perfecto estado, así que para la próxima vez, el que no quiera andar, pues puede traer el coche hasta la altura de la balsa.
Aquí surgen tres caminos, siendo el de en medio el que tomaremos, por entre medio del pinar. A poca distancia sale un sendero hacia la izquierda y ascendente, que será el que tomemos para empezar a encarar el Puerto de Alcaparaín.







Desde aquí nos vamos haciendo una idea del desnivel que hay que salvar en tan poca distancia gracias a un antiguo camino de arrieros, que va zigzagueando hasta llevarnos hasta arriba. A medida que ascendemos van desapareciendo los pinos, para dar paso a un bosque de matorrales, y arbustos, con gran abundancia de romero.
Las vistas son impresionantes, y es que aunque el sistema montañoso no es muy elevado, su ubicación es maravillosa para deleitarnos contemplando el paisaje, con Carratraca justo a nuestros pies, así como otras cimas emblemáticas como por ejemplo EL Huma, inmenso y poderoso.



Nuevamente nos encontramos con un nuevo cruce de senderos (1); volveremos a coger el de la izquierda, que nos lleva por medio de una zona de coscojas y chaparros hasta que llegamos a una pista forestal. Estamos en lo alto del Puerto de Alcaparain.



Cogemos el carril en sentido hacia la izquierda, para dirigirnos a nuestro destino, el pico Valdivia en memoria al topógrafo Malagueño Juan Francisco Valdvia Gómez. Tras media hora corta por el carril llegamos a una curva muy cerrada hacia la izquierda, donde el camino empieza a descender; es en esa curva donde sale el sendero que nos llevará a la cima.




Y de aquí a la cima hay unos 45 minutos. El sendero está perfectamente marcado y lo único que nos detiene son las paradas para contemplar el paisaje, desde todos los puntos cardinales, hasta que llegamos a la cima, tras tres horas y media( si bien es cierto que nos desorientamos un poco en el puerto de Alcaparaín, lo cual nos entretuvo bastante)
El pico del Grajo, o Valdivia, a 1293 msnm , donde aprovecharemos para comer, no por hambre sino por quitarnos peso de la mochila.





Sierra Prieta y Sierra Cabrilla, que también están esperando su turno. Ya les queda menos.
Retornamos de la cima por el mismo sitio, y cruzamos nuevamente el “altiplano”,
volviendo sobre nuestros pasos, para llegar al cruce (1) anteriormente mencionado, donde tomaremos ahora el otro ramal ( en dirección a los embalses, para el que no lleve brújula) que nos lleva al cerro de la Canana, desde donde disfrutaremos de unas maravillosas vistas al valle del Guadelteba, El Burgo y embalses de la zona.



Es una pena el estado en el que se encuentra el sendero del Tajo de la Canana, en algunas zonas casi desaparecido, debido a la ambudancia de matorrales, y sobre todo de aulagas; aquí realmente es donde radica la dificultad de la ruta, pues el sendero se hace muy estrecho y lleno de agujeros, por medio de jaras, romeros y aulagas. Totalmente desaconsejable para ir en pantalón corto!!!!!!!



El paisaje no obstante, es increible, lo que hace que merezca la pena tanto pinchonazo y tanto arañazo; las formas de las rocas hacen de cualquier imagen una bonita postal.





Seguimos descendiendo por el Tajo de la Canana, hasta llegar a una antigua casona abandonada.



Desde aquí vuelve a emerger una pista forestal por la que llegaremos nuevamente a la balsa contraincendios, y de aquí de vuelta al coche, no sin antes cruzarnos con este simpático animalito.
Cógela Juan!


PD:Una ruta muy completita, con unas vistas maravillosas; hubiera sido una perita en dulce si no llega a ser por la bajada por el Tajo de la Canana y por el solazo que nos dio ese día (durante el recorrido no hay agua para repostar)